La cirugía laparoscópica es un abordaje quirúrgico menos invasivo que la cirugía convencional, que permite solventar el problema quirúrgico procurando una recuperación postoperatoria más rápida.

La cirugía laparoscópica para la obesidad consiste en alterar el tamaño del estómago y/o la absorción de los alimentos con un instrumental especial que se introduce a través de pequeñas incisiones en la pared del abdomen.

Las heridas son muy pequeñas, con lo cual el dolor postoperatorio y las complicaciones respiratorias y de infecciones se reducen drásticamente. 
Además, la recuperación es mucho más rápida que con la cirugía convencional y normalmente en una o dos semanas los pacientes pueden volver a su actividad normal.

La cirugía robótica, o cirugía asistida por robot, permite a los médicos realizar muchos tipos de procedimientos complejos con mayor precisión, flexibilidad y control en comparación con las técnicas convencionales. La cirugía robótica generalmente está asociada con la cirugía mínimamente invasiva, procedimientos realizados a través de pequeñas incisiones.

Con el sistema Da Vinci el cirujano dicta los movimientos de los brazos robóticos dentro del paciente. Las ventajas de este sistema permiten, mayor libertad de movimiento, ergonomía, eliminación del temblor del cirujano, posibilidad de trabajar en espacios más reducidos, reducción de la fatiga del cirujano y finalmente permite realizar tareas más delicadas y precisas.

La cirugía robótica se presenta como una opción útil e idónea en pacientes con sobrepeso u obesidad, ya que permite trabajar en espacios reducidos donde existe gran cantidad de grasa corporal, mejorando así la ergonomía del cirujano y facilitando su tarea en casos complejos en los que la precisión es la máxima.